Cómo y dónde ver las Auroras Boreales este año

El 2026 será el mejor año para ver las Auroras Boreales y esta es tu guía definitiva para entender, anticipar y vivir este fenómeno natural como todo un experto

Cortesía: Stein Egil para Pexels.

Las auroras boreales o luces del Norte han sido objeto de mitos, poesía y miles de videos virales. Pero detrás su aparente magia existe un proceso perfectamente calculado: partículas provenientes del Sol chocan con la atmósfera terrestre y generan destellos verdes, violetas, rojos y rosados.

En años de máximo solar, esta actividad se intensifica, convirtiendo al cielo ártico –y ocasionalmente a otros lugares del mundo– en un lienzo eléctrico. Y, por el contrario de lo que muchos piensen, las auroras boreales no son tan difíciles de encontrar si entiendes realmente cómo es que funcionan; al final sí es verdad que no son visibles en cierta temporada por ello cuándo salir, a dónde ir y qué esperar del cielo y el clima se vuelve imprescindible para que logres tu sueño de ver brillar las luces del Norte.

¿Qué necesitas saber si quieres ver auroras boreales este año?

El mito de que las auroras boreales son difíciles de encontrar o ver viene de qué muy probablemente estabas buscando en el lugar equivocado. Como su nombre lo indica, las luces del Norte aparecen –valga la redundancia– al Norte, por lo que no, no todos los cielos son iguales. La ubicación determina gran parte del éxito en verlas, por lo que elegir el destino correcto es casi tan importante como conocer todo sobre la actividad solar.

Entre más al Norte te encuentres, tendrás mejores probabilidades de encontrarte con este fenómeno natural, por lo que sí, viajar al Círculo Polar Ártico o a lugares aledaños a él te acercan cada vez más a este mágico suceso.

Los mejores lugares para ver las auroras boreales

Tromsø, Noruega: este municipio de la región del Nord-Norge se encuentra a unos 350 km al norte del círculo polar ártico por lo que permite se observen, además de las auroras boreales, también el sol de medianoche, la noche polar y las nubes estratosféricas polares. Tromsø entra perfectamente a la zona de la aurora polar y debido a la rotación del planeta la ciudad es una de las primeras en entrar a esta zona al rededor de las 06:00 PM y sale de ella cerca de la medianoche.

Laponia, Finlandia: la región más septentrional de Finlandia, una zona escasamente poblada que limita con Suecia, Noruega, Rusia y el mar Báltico. Es conocida por su vasto territorio subártico y sus estaciones de esquí. Su capital, Rovaniemi, es la puerta de entrada a la región además de ser un territorio ancestral del pueblo indígena Sami, que se extiende por los países vecinos.

Cortesía: Sergey Guk para Pexels.

Reykjavík, Islandia: ubicada en la costa de Islandia, la capital y ciudad más grande del país alberga el Museo Nacional y el Museo de las Sagas, los cuales recorren la historia vikinga del país. La imponente iglesia de hormigón Hallgrímskirkja y la cúpula giratoria de cristal Perlan ofrecen vistas panorámicas del mar, sin mencionar que es aquí dónde contramos el balneario geotérmico Laguna Azul cerca del pueblo de Grindavík. A pesar de estar por debajo del Círculo Polar Ártico, los territorios de Islandia logran entrar con frecuencia a la zona de la aurora polar.

Fairbanks, Alaska: este es uno de los puntos con más horas de actividad auroral al año ya que aquí se estima que las luces polares aquí son visibles por un promedio de 200 días al año. Fairbanks tiene un clima subpolar con inviernos muy largos, desde fines de septiembre hasta mediados de abril; es importante mencionar que debido a su clima extremo y recurrentes tormentas de nieve es verdad que, aunque es el territorio con más actividad de auroras boreales, puede ser uno de los más complicados para encontrarlas ya que para que el ojo humano pueda percibirlas es imprescindible que los cielos estén despejados y con poca contaminación lumínica.

Yukón y territorios del Noroeste, Canadá: con amplios horizontes, cielos secos y noches extremadamente estables estos territorios canadienses se vuelven ideales para observar las luces del Norte.

¿Qué tiene que ver el Sol con las auroras boreales?

Las auroras boreales son un fenómeno que depende directamente del comportamiento del Sol. Cuando ocurren tormentas solares —especialmente las conocidas como eyecciones de masa coronal (CME)—, la Tierra recibe una ola de partículas cargadas que se dirigen hacia la atmósfera y alimentan la actividad auroral durante horas o incluso días. La intensidad de este espectáculo se mide a través del índice Kp, el referente universal en el pronóstico auroral, que indica qué tan fuerte es la perturbación geomagnética; un Kp entre 4 y 5 suele traducirse en auroras visibles dentro del Ártico, mientras que un Kp de 6 a 7 anuncia noches ideales en destinos como Escandinavia, Alaska o Canadá. Los niveles más extremos, Kp 8 y 9, generan eventos globales capaces de iluminar latitudes medias.

Sin embargo, el Kp no trabaja solo: el valor BZ —que señala la orientación del campo magnético interplanetario— es uno de los parámetros más importantes para anticipar si una noche tendrá auroras. Cuando el BZ se vuelve negativo, la magnetosfera terrestre se “abre” y permite el ingreso de partículas solares, lo que incrementa la posibilidad de actividad intensa. Cuanto más negativo sea el BZ, mayores serán las probabilidades: entre -5 y -10 indica una noche moderada; entre -10 y -20, colores brillantes y cielos dinámicos; por debajo de -20, un evento excepcional visible incluso lejos del Círculo Polar.

Cortesía: blueorangestudio.

¿Cuál es la mejor temporada para ver las auroras boreales?

La mejor temporada para ver las luces del Norte inicia en septiembre y concluye en abril. Los equinoccios en marzo y septiembre concentran una probabilidad aún mayor debido a la alineación geomagnética que favorece la entrada de partículas solares; los horarios más activos suelen darse entre las 22:00 y las 02:00, con picos alrededor de las 23:30, aunque durante tormentas geomagnéticas fuertes las auroras pueden comenzar tan temprano como las 19:00 o prolongarse hasta después de las 04:00. Ten en cuenta que la actividad es sumamente dinámica y que las auroras pueden aparecer, desvanecerse y reaparecer en minutos, por ello te recomendamos que, si vas en tour, elijas aquellos que cuenten con la opción de sin límite de kilometraje y horario, de esta manera te aseguras aún más que sí o sí verás la aurora esa noche.

Recuerda también que para maximizar la probabilidad de observación se necesitan cielos despejados con menos del 30% de nubosidad, baja humedad para mejorar la nitidez, ausencia de contaminación lumínica y un horizonte limpio; también ayuda que la temperatura esté bajo cero —lo que suele asociarse a cielos más secos y despejados— y que la luna se encuentre en fase Nueva, ya que su ausencia de luz permite ver con mayor intensidad los colores de la aurora.

En esencia, observar una aurora boreal es una mezcla perfecta entre ciencia y destino. Entender qué es el BZ, cómo funcionan las tormentas solares, cuáles son las mejores condiciones del cielo y en qué momento de la noche es más probable que el cielo se ilumine convierte esta experiencia en algo que puede planearse con precisión. Cuando se dominan estos elementos, las luces del Norte dejan de ser un golpe de suerte y se transforman en un encuentro fantástico con este fenómeno natural.


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